Una de las mayores satisfacciones de las personas que trabajan con sus manos pintando en tela con hilos y aguja es que, cuando esas creaciones llegan a manos de quienes saben apreciar el trabajo maravilloso de largas horas de dedicación, estos podrán ser disfrutado por varias generaciones.
Esto ha ocurrido con los trabajos realizados por mi suegra Doña Alba, como siempre la llamé.
El jueves 21 de marzo fue su cambio de vida. Con ella aprendí lo que sé de bordado y siempre conservo todo lo que hizo para nuestra familia como una reliquia.
Aquí les dejo fotos de algunos de sus trabajos.
Este fue bordado hace 17 años. Bordado blanco sobre amarillo. La foto muestra el frente del ruedo de la cotita de bebé.
Esta cotita crema la bordó hace 17 años. Todo el trabajo es a mano.
Este trabajo es todo blanco y fue bordado hace 32 años para su nieta Natalia
SIEMPRE QUEDAN LOS RECUERDOS
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